Ruth Hidalgo

Mi inspiración

En la aventura que es la vida, uno se va construyendo, a partir de las vivencias y  experiencias que adquiere: de las cosas que le pasan, de la gente que conoce, de los amores y desamores, de los éxitos y los fracasos. Y todo esto, nos va definiendo hasta llegar al ser humano en el que uno se convierte.  Al final del día, nuestra personalidad y lo que somos, llevan un pedazo de todo lo vivido. Las batallas que libramos nos curten y nos enseñan, y los compañeros de ruta nos inspiran; muchos de ellos incluso llenan de luz el camino a seguir.

Y en ese viaje, somos tocados por momentos y personas que logran inspirarnos de tal manera, que se quedan en nuestra vida como faros de luz a donde acudimos en momentos de necesidad. El recuerdo de una frase dicha en un momento preciso, el párrafo de un libro, la imagen de un paisaje, o la vida de una persona, son elementos que nos inundan de esperanza, buena vibra, coraje y valentía. Eso es lo que llamo inspiración: esa fuerza positiva que  nos mueve a ser mejores.

En mi caso, la vida me ha premiado con fuentes increíbles de inspiración. Y una de ellas sin duda son las mujeres, y por eso, una de mis causas es  luchar por un mundo de mayor equidad para ellas. La poderosa fuerza que ellas guardan en su ser, y que se activa especialmente en momentos de dificultad es lo que yo llamo poder femenino de inspiración.

Cuando pienso en la palabra resiliencia, inmediatamente mi mente vuela al recuerdo de tantas mujeres ecuatorianas que luchan constantemente contra el sistema. Pienso en todas esas heroínas anónimas que salen a  trabajar todos los días para buscar el pan para sus hijos. Pienso en las sobrevivientes de violencia, y su coraje me inunda de valor  y me compromete a no bajar la guardia nunca.

Pero también me siento inspirada por las  mujeres de esta nueva generación, que buscan su destino por fuera de la caja.  Seres libres a cabalidad, que  buscan su propio destino sin cumplir estereotipos: que cumplen sueños, aman y se proyectan desde sí mismas.

En resumen, siento como fuente de inspiración, los seres humanos capaces de desapegarse de los intereses materiales y el consumo impuesto por las redes  y se enfocan en vivir una vida auténtica, sin filtros, una vida real.  Respeto la capacidad de conectarse con la naturaleza, proteger a los animales y ser compasivos. Todo esto, es sin lugar a dudas, valores que constituyen mi fuente de inspiración y respeto.