Alcemos la voz por una sociedad más justa, más equitativa. Una sociedad en la que las mujeres podamos caminar libres y sin miedo. Que cada 8 de marzo nos sirva para recordar, que falta mucho por hacer y falta mucho para lograr una verdadera equidad. Porque, todavía, persisten techos de cristal, que tenemos que romper; en diferentes aspectos, en el ámbito laboral y familiar, y también en lo estructural y social. Que cada 8 de marzo sea una oportunidad para tomar el impulso suficiente y fuerte para exigir medidas reales y efectivas.
A las mujeres ecuatorianas nos corresponde cambiar la realidad de la forma de hacer política en Ecuador.
La única forma de romper estos techos de cristal es luchar todos juntos y en equidad para lograr una democracia incluyente. No puede ser que la violencia siga siendo el costo de hacer política para las mujeres ecuatorianas.
Ser mujer en este mundo loco, representa toda una aventura para nosotras. En ocasiones, puede llegar a ser una actividad de alto riesgo, especialmente, en ambientes culturales en donde su cotidianidad es la exclusión. Desde el momento que llegamos a esta tierra, casi sin saberlo, la lucha por la igualdad empieza. Los estereotipos y usos sociales imponen a las mujeres (…)
La participación política de las mujeres
La situación que rodea a las mujeres que buscan participar en la política está rodeada por obstáculos y prejuicios que entorpecen la capacidad de generar una mejor estructura latinoamericana en cuanto a toma de decisión se refiere.
En este sentido, el haber sido invitada al Foro para el fortalecimiento de la participación de las mujeres en la política organizado por la OEA. Escuchar a Laura Chinchilla y sus esfuerzos en la lucha por la igualdad, fue excepcional.
Una gran oportunidad para recargar fuerzas. ¡Gracias por inspirarnos a todas!