16 de julio de 2023
EL CNE ha decidido ampliar los días para la campaña electoral. Desde una visión práctica, esto ayudará, por un lado, a que los candidatos tengan más tiempo para dar a conocer sus propuestas, y por otro, a que los ciudadanos se informen mejor. Es probable, que esta decisión se haya tomado, ante la imposibilidad de la autoridad electoral de controlar la campaña anticipada. Ha sido evidente, que todos los candidatos han inundado especialmente redes sociales, con propaganda y publicidad electoral, antes de tiempo.
No obstante, esa nueva disposición regirá únicamente para los binomios presidenciales. El haber dejado por fuera a los candidatos a asambleístas no cambia en nada el escenario, pues ellos, continuarán haciendo campaña anticipada a vista y paciencia de todos.
Está por verse cómo funciona esta decisión. Más, sería deseable que la autoridad electoral se manifieste sobre otro fenómeno que requiere de atención inmediata. Se conoce, se sabe, que el uso de recursos públicos, por ley, está prohibido para proselitismos políticos; y en campaña electoral, aún más. Ha llamado la atención, el que alcaldes y prefectos comiencen a salir acompañando a los candidatos a la Presidencia y a la Asamblea, en sus recorridos y mítines indistintamente.
SI bien el proselitismo es una actividad tutelada por la ley, en tanto se trate de los candidatos, y siempre bajo reglas claras establecidas en la ley, no es correcto que las autoridades locales usen bienes del Estado; e inclusive el tiempo de sus funcionarios, en apoyo de la campaña electoral de nadie.
Detrás de este –padrinazgo político- electoral, claramente se revela la intención de endosar al candidato de su preferencia, los votos del electorado que acaba de elegirlos a ellos. Esto, no debe hacerse con fondos pagados por todos.
Arrancar la campaña con padrinos, produce inequidad, pero también normaliza la práctica del más vivo, que siempre se sirve del estado para cumplir sus fines. Ojo con esos candidatos.